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29 jun 2011
Miles de griegos se manifiestan ante el Parlamento para rechazar los recortes El seguimiento del paro de 48 horas coincidiendo con la votación de los
M. ANTONIA SÁNCHEZ-VALLEJO | Atenas 29/06
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La jornada de huelga de 48 horas que comenzó ayer en Grecia continúa hoy con nuevos episodios de violencia entre policías y encapuchados en el centro de Atenas y con una gran manifestación a las puertas del Parlamento, donde miles de personas se han concentrado para mostrar su rechaza a los recortes. Una diputada comunista fue atacada con yoghurt y nueve transeúntes han sido trasladados a hospitales con crisis respiratorias, ya que el ambiente en el centro de la capital griega es irrespirable por el uso de gases lacrimógenos por los antidisturbios. Aunque hoy se han vuelto a repetir enfrentamientos entre la Policía y grupos de encapuchados, los altercados -de momento- están siendo más reducidos que en la jornada anterior.
La cuarta huelga general del año (la última, hace dos semanas), convocada durante 48 horas, sacó ayer a las calles de Atenas a unas 20.000 personas -menos que en la tercera, hace dos semanas- y a unos pocos centenares de encapuchados, que, armados de banderas negras, sofisticadas máscaras antigás y mazos, reventaron la indignada tranquilidad con que habían discurrido las dos marchas de la mañana.
El mismo escenario se reprodujo en las concentraciones celebradas a última hora de la tarde, con el resultado total de decenas de heridos y una veintena de detenidos. Alrededor del Parlamento se desplegaron más de 4.000 policías, que se vieron desbordados en determinados momentos por las tácticas de guerrilla urbana de los grupos antisistema.
Hoy es la segunda jornada de la huelga coincidiendo con una votación decisiva en el Parlamento: la aprobación del plan de ajuste 2012-2015, imprescindible para el desbloqueo del quinto tramo del rescate acordado por la UE y el FMI en mayo de 2010. Sin los 12.000 millones de euros de esa dosis, Grecia se declarará insolvente en julio.
Los manifestantes enarbolaron pancartas que decían: "No podemos más". Otras indicaban un más que plausible escenario de futuro: "No vamos a pagar". Liderados por los dos sindicatos mayoritarios, la Confederación General de Trabajadores de Grecia (GSEE, sector privado, con 472.000 afiliados, según los últimos datos) y Adedy (función pública, con 311.000 afiliados), el paro se dejó sentir especialmente en astilleros, refinerías, medios de transporte -salvo el metro de Atenas, que la desconvocó de madrugada-, puertos y empresas metalúrgicas. La maquinaria sindical sigue perfectamente engrasada desde que empezaran las movilizaciones contra la política anticrisis del Gobierno, en febrero de 2010. A su indudable capacidad de convocatoria se suma la presencia en las calles del movimiento de los indignados, con sus propias marchas.
El puerto del Pireo, el mayor de pasajeros del país, secundó por completo la convocatoria, bloqueado por piquetes del sindicato comunista Pame. En los aeropuertos hubo paros intermitentes de los controladores, con los consiguientes retrasos y algunas cancelaciones de vuelos. "La respuesta a la huelga ha sido prácticamente total", señalaron en un comunicado los dos sindicatos convocantes. No hubo estimación oficial.
Algo menos de seguimiento -un 80%, según GSEE y Adedy- tuvo el llamamiento en oficinas de la Administración, construcción, bancos y empresas semiestatales de servicios públicos. Los medios de comunicación interrumpieron su trabajo a mediodía durante cinco horas. En la calle, las numerosas huelgas sectoriales celebradas desde enero desinflaron en parte una respuesta que hoy, coincidiendo con la votación del plan de ajuste, puede recrudecerse.
"En mi empresa llevamos siete huelgas en lo que va de año, es normal que la gente esté cansada. Además, van a producirse episodios violentos, y mañana aún más, y eso retrae a la gente", decía antes de iniciarse los disturbios el sindicalista Aristotelis Majanikas, de la empresa de distribución de aguas de Grecia, pendiente de privatización.
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